¡Hoy cumple un año Apuntes de Mamá! Y aquí les va un recuento de este primer aniversario. Para empezar les cuento por qué decidí escribir un blog:
La cuarentena, no son vacaciones, aunque sí es el regreso de un viaje del que una vuelve cambiada para siempre.
Anoche me inspiré y les compartí mi reflexión sobre el puerperio o como le dicen en mi país; la cuarentena. Quise acompañar el texto con una increíble pintura llamada “Rachel and Wes” de una artista que admiro: Aleah Chapin. Su obra refleja el cuerpo femenino en su máxima naturalidad, podemos apreciar, canas, senos, sonrisas y arrugas; pura realidad.
Es viajar en los asientos más cómodos del tren de la crianza. Es magia, la experimentas la primera vez que logras portear; en la calma y alivio del bebé.
Como sociedad no tenemos claro en qué consiste respetar a la infancia, aquí unos pocos ejemplos:
El mundo de la paternidad y la maternidad está lleno de opiniones encontradas sobre qué es lo mejor para los niños. Es difícil ponernos de acuerdo, porque cada familia y cada niño son un sistema diferente con necesidades y situaciones particulares.
Vamos a retomar el huerto en casa. Hace un tiempo lo intenté sin éxito pero ahora es diferente, mi hija me motiva en este proyecto. En primer lugar por la oportunidad de incluir en su alimentación algunos vegetales orgánicos y libres de pesticidas. En segundo lugar por todo lo que un huerto puede ofrecer a un niño si lo dejamos ser partícipe:
Tengo una especie de bloqueo que estoy trabajando. Lo entendí durante mi largo trabajo de parto pues me costó mucho conectar mi mente con mi cuerpo dador de vida. Al final me las apañé y logré parir pero dejé varios agujeros mentales expuestos. Hurgando en ellos he sido testigo de que el parto es una expresión de nuestra sexualidad.
Para celebrar el primer año de mi hija, el papá y yo queríamos hacer algo sencillo pero memorable. El tema de la fiesta fue: “Mi primer vuelta al sol”. La decoración y los detalles fueron en tonos amarillos, hubo música rica y bocadillos lindos. Antes de partir el pastel hicimos un ritual muy emotivo.
Muchos creen que un castigo o unas nalgadas a tiempo harán que sus hijos no se conviertan en delincuentes o fracasados. Incluso muchos padres afirman haberlo logrado, que gracias a su mano dura sus hijos son gente de bien. ¿Pero a qué precio?