Dicen que una vez que el bebé tiene cincuenta palabras en su repertorio empiezan a suceder explosiones de lenguaje, la maternidad me ha dado el gusto de presenciarlo; de una semana a otra mi hija empezó a comunicarse a un ritmo increíble, poco a poco he podido ser testigo del complejo proceso que los seres humanos llevamos a cabo para absorber la lengua materna. Detrás de toda primer palabra existe un proceso maravilloso, si su hijo hoy pronuncia por primera vez una palabra no es porque hoy la haya aprendido, en realidad lleva semanas incluso meses gestándose en su mente.
El aceite para bebés tiene como ingredientes: aceite mineral y fragancia, linda forma de llamarle a un derivado del petróleo y otros químicos.
Cuando Alondra estaba más chiquita muy seguido le entraba el patatús. El patatús según su papá y yo es cuando a pesar de haber probado todo y hacer checklist de sus posibles necesidades (brazos, hambre, pañal, sueño, dolor, calor, frío) a nada le atinábamos y seguía llorando. Mi teoría es que a veces los bebés lloran porque extrañan el lugar donde vivieron 9 meses.