Conocemos muy poco de las necesidades y capacidades de los bebés. Por ejemplo: Un bebé recién nacido es capaz de hacer uso de reflejos e instintos maravillosos que la naturaleza diseñó para garantizar el calor, el vínculo y la nutrición. En cuanto nace un bebé deberíamos colocarlo en el abdomen de la madre para que pueda reptar, buscar, encontrar y agarrarse del pecho sin ayuda. Este afianzamiento espontáneo maximiza las probabilidades de una lactancia materna exitosa y evita la mayoría de los problemas que sufren las madres al amamantar.
Expectativa de la naturaleza:
Realidad sanitaria:
Los bebés son separados de su madre privándoles de esta cadena de milagros
En este video podemos observar a un bebé de 15 minutos de vida, separado de su madre y desperdiciando los reflejos e instintos que solo estarán en su máximo esplendor en la ventana de oportunidad de la primer hora de vida. El está buscando con su boca y lengua el pezón pero no lo encontrará, sus piernas y brazos lo impulsan al pecho pero es inútil, la prioridad del sistema hospitalario son las rutinas y protocolos. Este bebé será enviado a los cuneros y le será suministrado alimento artificial. Cuando por fin se encuentre en los brazos de su madre es muy probable que el camino a la lactancia se torne difícil pues se truncó el proceso hormonal y natural, se interrumpió el baile de supervivencia entre madre e hijo. La separación propicia problemas en el bebé para aprender a mamar y como consecuencia la madre sufre de dolor y grietas, así como desánimo y falta de confianza sobre su capacidad para alimentar a su hijo. Una experiencia que por naturaleza debería ser placentera, en muchos casos se convierte en un trago amargo.
El contacto inmediato y prolongado del bebé desnudo sobre el cuerpo de la madre tiene efectos trascendentales en el futuro de la sociedad, no solo está en juego la lactancia materna, en nuestras manos está, que la impronta de un ser humano esté llena de amor, confianza, respeto, sentido de logro y compasión en vez de un recibimiento violento, solitario, invasivo y denigrante. (Si te interesa leer más sobre cómo la forma en que nacemos afecta a la violencia de la sociedad te invito a leer mi post: Gestar la paz)
Para obtener más información sobre cómo llevar a cabo este primer contacto piel a piel y para obtener documentación científica para defender este derecho, te recomiendo visitar la página del movimiento español ¡Que no os separen!
Otros datos interesantes:
- A las mujeres embarazadas les aparece una línea obscura a lo largo del abdomen y también se obscurecen sus pezones y areolas. Esto marca el camino y punto de llegada de los recién nacidos para agarrarse del pecho por si mismos.
- Los bebés necesitan la capa de grasa con la que nacen, llamada vernix caseosa, que les sirve como protección, el primer baño siempre podrá esperar.
- Uno de los protocolos obsoletos en los hospitales es el corte inmediato del cordón umbilical lo que priva al bebé de sangre y oxigeno, esto representa un trabajo extra del recién nacido para iniciar a respirar, acción que puede afectar este primer contacto. La madre debe exigir el corte tardío del cordón umbilical por los beneficios a largo plazo en la salud de su hijo.
- El liquido amniótico que les queda en el cuerpo a los recién nacidos les sirve como una referencia olfativa para encontrar el calostro. Ya que ambas sustancias comparten sabor y olor.
- El calostro es el oro de los alimentos, es lo primero que sale de los pechos de la madre, es una sustancia con una densidad nutricional impresionante, la cantidad secretada es proporcional al tamaño del estómago del bebé.
- Desde el útero los bebés empiezan a practicar para mamar del pecho: sacan la lengua, succionan, tragan. Ellos nacen esperando mamar, ellos están listos para mamar así hayan nacido por cesárea o parto.
- Los bebés tienen mejillas redondeadas por dentro y por fuera para crear el vacío necesario al mamar y una nariz chata que les ayuda a mamar con comodidad.
- Un bebé es capaz de succionar, deglutir y respirar al mismo tiempo.
Por Karla Zárate
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