Han estado circulando dos videos que me han movido mucho: el primer video me partió el corazón; es sobre un nacimiento por cesárea, donde la madre ha sido gravemente herida a causa de la guerra, el bebé parece nacer muerto pero tras reanimarlo abre por primera vez los ojos, dejándonos ver a través de su mirada el propósito de la vida.
El segundo video que también se viralizó, me llenó de indignación, miles de personas dieron “me gusta” al video de unos policías que llegan al llamado de ayuda de un niño que ha sido castigado por sus padres con un cinturón, el policía aprueba el castigo físico de los padres y termina regañando y amenazando al niño.
¿Qué tienen que ver ambos videos? Tienen un público en común pero los comentarios de ambos videos se contradicen. Lloran de pena con el bebé pero aplauden y alientan el castigo físico a un niño. ¿Por qué nos conmueve un bebé que lucha por su vida pero reprobamos el mal comportamiento de un niño, siendo nosotros mismos los culpables de su mala conducta?
Puedo entender, aunque no aprobar, las razones de los defensores de la nalgada a tiempo, a los predicadores de la vara correctiva y a los promotores del autoritarismo. Los entiendo porque puedo imaginar que en sus historias de vida no han tenido referencias de relaciones basadas en el respeto y la empatía y que además tal vez aun no han podido ser conscientes de esto para poder iniciar el camino de la transformación.
Sin estas referencias es probable que se hallan enfrascado en relaciones amorosas dolorosas, no hallan podido conciliar el equilibrio interno, se estén tardando más de lo que quisieran en alcanzar sus metas. A pesar de esto agradecen los tratos recibidos en la infancia y se conforman con no estar traumados y ser gente de bien.
Cuando hablo de una relación basada en el respeto y la empatía me refiero a la crianza respetuosa, que no significa dejar a los niños hacer lo que quieran, ni es la ausencia de reglas, tampoco me refiero a gritos, ni a infundir miedo a cambio de obediencia, mucho menos es invalidar al niño y resolver su vida entera. Lo que defiendo es un estilo de crianza respaldado por investigaciones a lo largo de varias generaciones, hablo de los avances en la ciencia del cerebro y del comportamiento de los niños.
Para que nuestros hijos puedan gozar una vida equilibrada que impacte en el verdadero cambio que urge en la sociedad, necesitamos basar nuestras estrategias de crianza en estos tres pasos:
1.- Querer ser la mejor versión de nosotros mismos para nuestros hijos.
2.-Estar dispuestos a cambiar nuestros hábitos y costumbres, reprogramar nuestros pensamientos y resolver nuestros problemas personales, incluso ir a terapia para no traumados.
3.- Leer y formarnos. Aprovecharse de todo el avance que hay en neurociencia, psicología y pedagogía. Algunas sugerencias de libros:
Para leer con la llegada del bebé:
- Bésame mucho · Carlos González
- Dormir sin lágrimas · Rosa Jové
- El concepto del continuum · Jean Liedloff
- Hacia otro nivel de cuidado · Janet Lansbury
- Un regalo para toda la vida · Carlos González
Para entender a los niños:
- El cerebro del niño · Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson
- El niño, el secreto de la infancia · María Montessori
- Libertad y límites. Amor y respeto · Rebeca Wild
- Jane Nelsen · Disciplina Positiva
- Cómo hablar para que los niños escuchen y cómo escuchar para que los niños
hablen · Adele Faber
Si todos los padres asumiéramos el compromiso de transformar nuestra forma de criar, en unas décadas no habría más bebés que nacieran en medio de la guerra. Sembremos respeto para cosechar paz.
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totalmente de acuerdo contigo. Nunca se justifica un golpe ni gritos ni amenazas. ser firme si,
se consigue mas con miel que con hiel.
un abrazo
sin duda y creo que es importante también aprender a escuchar, escucharnos a nosotros cuando sabemos que algo no esta bien pero cedemos ante la presión de la sociedad y escuchar lo que realmente piden y necesitan nuestros hijos